Ayer vino un cliente a mi tienda con un tatuaje celta en la muñeca derecha. Me encantan los símbolos celtas así que no pude más que mirarlo un momento mientras él me explicaba.
El tatuaje era bonito, un típico símbolo de nudos, pero debajo de el, aun había las señales de cicatriz de un corte en la muñeca, casi difuminado y tapado por el tatuaje actual, pero aun visible.
Un escalofrío me recorrió la columna, y clave mi mirada en sus ojos, no eran ojos felices, pero aun así había decidido seguir adelante, se había rendido, pero ahora continuaba, y al parecer estaba preparando una instalación en su nueva casa. Había seguido adelante, había cambiado, es algo que al menos a mi, me da esperanzas.
Esperanza de que se puede escapar de esa situación, y aunque se tuvo que ver llevado al extremo de no poder más, consiguió salir de allí.
Continuad los que os encontréis en una situación parecida, si uno puede salvarse más podrán.
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